Nos unimos a las actividades organizadas por diferentes entidades para concienciar sobre esta enfermedad de pronóstico incierto.
Se hace necesario un abordaje multidisciplinario del cáncer de ovario, tanto en su diagnóstico como en su tratamiento. El pronostico es dependiente de un diagnostico temprano y de un tratamiento combinado quirúrgico y quimoterápico.
No tenemos pruebas de detección en fase pee-sintomática y aplicables a toda la población asintomática (pruebas de cribado), por lo que no podemos recomendar a las mujeres que acudan a consulta para prevenir el cáncer de ovario. Sólo se recomiendan controles preventivos a las mujeres portadoras de alguna mutación genética implicada en el cáncer de ovario.
Pero si debemos concienciarnos para diagnosticar el CO en fase temprana, cuando aparecen los primeros síntomas: Dolor o malestar pélvico, sensación de “hinchazón” abdominal, alteraciones del ciclo menstrual o sangrado irregular, falta de apetito o sensación de “estar llena”, aumento del volumen abdominal.
Para el diagnostico temprano se requiere que la mujer que nota esos síntomas, durante mas de dos semanas, acuda al ginecólogo y que éste ponga en marcha los medios diagnósticos necesarios sin demora.
El primer paso será una exploración ginecológica seguida de una ecografía transvaginal. La determinación del marcador tumoral Ca 125, ayuda pero en estadios más avanzados. Con la sospecha establecida por la ecografía, para el diagnóstico certero se requiere una biopsia que se realizará mediante una laparoscopia.
Si queremos ser activos en la lucha contra el CO, tendremos que admitir que algunas laparoscopias se harán sin ser necesarias, por las dudas creadas con la ecografía que luego no se confirman. Esto hay que explicarlo a la paciente y tomar una decisión informada.
La mayoría de las veces ( en el 60% de los casos) el CO se diagnostica en fase avanzada, cuando el tumor ha desbordado el ovario y afecta a la cavidad peritoneal o a otras vísceras: Estadios III y IV.
El tratamiento del CO avanzado requiere la colaboración de distintos especialistas (ginecólogo, oncólogo, radiólogo, anatomo-patólogo, cirujano oncológico) y un tratamiento coordinado entre ellos: Equipo multidisciplinar.
Del buen funcionamiento de ese equipo depende la supervivencia de la paciente